sobre mi

Hola, soy Agustina Ribicic

A los 15 años decidí que quería ser psicóloga, y me di cuenta que escuchar, sostener, aconsejar y acompañar me salían tan fácilmente como a mi tía Susana cuidar de sus violetas.

Mi camino en esta profesión fue arduo, lleno de desvíos, pero también personas luminosas que me tendieron su mano, me escucharon con paciencia, me orientaron con sabiduría.

En algún momento de mi trayectoria renuncié a ser psicóloga: me di cuenta de que el alma es vasta y profunda, y excede los límites de la mente y las emociones.

Hoy que tengo 50 años, me contento con ser tu anamqara.

Amiga del alma.

¿Por qué “anamqara”?

Porque este espacio no es una terapia tradicional: seré tu “amiga del alma” y te acompañaré en tu camino sólo el tiempo necesario.

La frecuencia de encuentros,las pautás vos, o la pautamos juntas. Salvo en casos excepcionales, no considero que la terapia sea necesaria para todos, todo el tiempo y para siempre.

Porque te escucho sin juzgarte, respetando tu individualidad y tus procesos. No te fijo metas, ni te doy órdenes, ni sigo una planilla de xls: te ayudo a que los definas vos. Y te acompaño en el camino de tus logros.

Porque el alma no muestra sus secretos analizando la mente y las emociones: te enseño a escuchar su voz, a entenderla, y “desmalezarla” de voces confusas.

¿Cuál es el camino?

Juntas identificaremos tus necesidades más primarias, tus enredos sistémicos, las partes que se tironean dentro tuyo, y aprendemos a convivir con todas esas fuerzas, y a ponerlas al servicio de tu vida.

Activaremos en cada en cuentro el poder de la Presencia: un espacio amoroso interno desde donde todos los cambios son posibles.

Cambiaremos el desgastante paradigma de “cambiar para ser mejor” por el de “lo que soy, es suficiente” (ya que, a partir de ahí, ocurren los milagros!)

Te enseñaré de manera práctica y amorosa cómo son los procesos del alma, para que puedas apropiarte de tu proceso y de tu camino personal, y no me necesites más!